01 dic 2024
Guerra abierta Duterte-Marcos
El enfrentamiento entre la vicepresidenta Sara Duterte y el presidente Marcos ha llegado a niveles difícilmente superables.
La pasada semana Duterte dio una impactante rueda de prensa plagada de improperios hacia el mandatario con el que compartió cartel electoral en las presidenciales de 2022, y en la que denunció un complot del presidente para matarla. Dijo incluso que ella misma había contratado a un asesino para que, en caso de que fuera asesinada, matara al presidente, a su esposa y a su primo, el actual presidente de la Cámara Baja del Congreso. En concreto dijo: “Ya he hablado con alguien. Le dije que, si me mataban, fuera a matar a BBM (como se conoce al presidente filipino), Liza Araneta y Martin Romualdez. No es broma. No es broma”, afirmó sin dar detalles sobre el presunto complot para matarla. El choque entre las dos dinastías políticas más prominentes del país parece, pues, completamente descontrolado. Sus disputas de los últimos meses en torno a las relaciones exteriores con China pasaron al enfrentamiento directo cuando se supo de las investigaciones oficiales sobre el presunto uso indebido de fondos públicos por parte de la vicepresidenta. Sin embargo, con sus declaraciones de esta semana Duterte habría dado una nueva baza casi definitiva a sus enemigos políticos. La vicepresidenta ha intentado posteriormente retractarse de sus palabras alegando que se habían sacado de contexto. Sin embargo, la policía ya ha abierto una investigación sobre sus amenazas y, en paralelo, podría plantearse un proceso de Impeachment o juicio político para cesarla del cargo, lo que podría de paso echar por tierra sus posibilidades de presentarse a las presidenciales de 2028. Las próximas elecciones legislativas previstas para mayo de 2025 serán cruciales para ambos líderes como referéndum sobre su popularidad y calibrar el daño que está provocando este enfrentamiento entre los votantes.