Las pymes españolas cumplen en digitalización, pero aún existe margen de mejora

Alex Ordóñez - Colaborador de Asesores de Pymes externo a Cesce

España ha sido uno de los países que más ha avanzado en los últimos años en el ámbito de la digitalización de su economía y sus empresas. Ello debido principalmente a la utilización de los fondos Next Generation EU con los que se ha conseguido impulsar la capacidad del tejido empresarial para adaptarse a una sociedad cada vez más digital.

Esta positiva evolución de nuestro país en este aspecto queda claramente reflejada en el último informe elaborado por la Unión Europea que analiza precisamente la posición de los Estados miembro de la UE en la carrera tecnológica y digital. Asimismo es especialmente relevante que también desvele la posición que las pymes de cada país muestran en estos aspectos. Bajo el título la Década de la Comisión Europea correspondiente al año 2023, el estudio destaca que el 68% de las pymes posee un nivel básico de digitalización, lo que quiere decir que recurre al menos a 4 de los 12 adelantos tecnológicos que el informe pone como base para sustentar su análisis. Lejos de lo que pueda parecer, este dato no es negativo para nuestras pequeñas y medianas empresas, ya que se sitúa a solo un 1% de la media comunitaria. Evidentemente existe margen para mejorar, pero la escasa brecha que existe indica que la cosa no anda tan mal como se pensaba en digitalización de las pymes.

En el ámbito de la formación que las empresas ofrecen a sus empleados para mejorar sus capacidades digitales, España también está algo por debajo de la media, con un 21% frente al 22% de media comunitaria. Por otro lado, nuestro país se muestra mucho más activo que sus vecinos europeos en el intercambio de información electrónica, con un porcentaje del 49% frente a solo el 38% de la UE.

Las pymes, por tanto, aprueban en la necesaria carrera digital según la UE, aunque es evidente que existe un importante margen de ganancia para mejorar el aprovechamiento de los beneficios que la digitalización ofrece para los negocios.

En cuanto a los propios españoles, el mismo estudio europeo también nos deja en buena posición en cuanto al conocimiento de habilidades digitales. Otorga en concreto un nivel básico para el 64% de los españoles, lo que supera la media de la UE, fijada en el 54%. Por si fuera poco, casi 4 de cada 10 ciudadanos nacionales cuenta con destrezas superiores a nivel informático, lo que supone una victoria por goleada frente al pobre 27% europeo.

Estos datos reflejan que la sociedad está sobradamente preparada para defenderse en la era digital, algo que las pymes están empezando a aprovechar. Pero aún no en el grado suficiente, como refleja la posición de nuestras empresas por debajo (aunque se forma leve) de la media comunitaria. Por tanto, y tal y como se decía anteriormente, existe un enorme margen de crecimiento en digitalización para las compañías.

Un elevado potencial que solo podrá ser atrapado por las compañías si ellas mismas cambian su propia filosofía de gestión, abriéndose a los cambios tecnológicos. Porque solo así se lograrán detectar las oportunidades que las nuevas tecnologías puedan ofrecer para mejorar en productividad y competitividad. En definitiva: los negocios deben olvidarse de su cultura tradicional más propia del siglo XX ya que supone un serio obstáculo para el desarrollo de la actividad en un contexto en el que la sociedad tiene poco o nada que ver con la que había hace 30 o 40 años.

Asimismo, abrazar la tecnología y convertirla en un aspecto clave en la toma de decisiones de la empresa también permite separar el grano de la paja. O dicho de otro modo permite diferenciar entre el continuo bombardeo de avances tecnológicos y seleccionar solo los que realmente aportan innovación y valor añadido para el negocio. Ejemplos de disrupciones en las que las empresas deben fijarse está la nube o todo lo relacionado con la IA. En cambio, a la vista está que los avances que ofrecían las empresas puntocom antes de la explosión de su burbuja no generaban beneficios para casi nadie, ni siquiera para dichas firmas, ya que todas ellas presentaban pérdidas. Algo similar se podría decir del metaverso, que también nació para cambiar el mundo, pero parece haber quedado en mucho menos.

En última instancia todo el potencial que la sociedad ofrece en el ámbito digital y que el estudio de la Comisión Europea reflejaba será desaprovechado por los negocios si no se hace un esfuerzo para mejorar la capacitación de sus plantillas. La formación, por tanto, que otorgue el conocimiento necesario a los trabajadores sobre las nuevas soluciones tecnológicas es prácticamente obligado en cualquier empresa, independientemente de su tamaño, que quiera sobrevivir y crecer en el mundo actual.