Primer gran contrato desde la plena normalización de las relaciones diplomáticas

El yacimiento es propiedad de la empresa Delek Drilling LP, una compañía que cotiza en la bolsa de Tel Aviv y cuyas acciones subieron un 5% al hacerse pública la noticia. El fondo soberano Mudabala, propiedad del Emirato de Abu Dhabi, cuenta con unos recursos de 232.000 mill.$, más que suficientes para financiar el importe de la operación, que asciende a 1.100 mill.$. Esta operación es, además, la de mayor envergadura concluida desde la firma, el pasado 13 de agosto, de los llamados Acuerdos de Abraham, por los que Israel normalizó sus relaciones diplomáticas con los EAU, Bahréin y Marruecos, unos acuerdos que, por otro lado, fueron auspiciados por Donald Trump, lo que les convierte en el principal éxito diplomático obtenido por el ya expresidente durante su controvertido mandato. Los campos de cooperación entre Israel, que cuenta con un acreditado “know-how” tecnológico, y los EAU, que a su vez dispone de unos voluminosos recursos financieros, son amplísimos, yendo desde la inteligencia artificial al tratamiento de “big data”, pasando por la agricultura en terrenos desérticos o el sector armamentístico y médico.