07 nov 2021
Voto de confianza
Tras dos jornadas de intensos debates y en medio de críticas a algunos de los ministros, el gabinete del gobierno de Pedro Castillo ha obtenido, el pasado 4 de noviembre, la confianza del Congreso. La votación ha estado bastante ajustada, 68 apoyos, 56 negativas y una abstención, lo que confirma la debilidad del ejecutivo.
De hecho, parte del ala dura del oficialismo le ha dado la espalda al nuevo gobierno que consideran excesivamente moderado; 16 legisladores del partido Perú Libre, incluido el anterior jefe de gabinete de Castillo, Guido Bellido, votaron en contra. Como era de esperar el fujimorista Fuerza Popular, el derechista Avanza País, y algunos parlamentarios del ultraderechista Renovación Popular tampoco le dieron la confianza. El gabinete está encabezado por la abogada Mirtha Vásquez, de 46 años, del ala moderada de la alianza de gobierno de Castillo. Vásquez fue designada hace un mes cuando el presidente despidió a Guido Bellido, fuertemente cuestionado por contradecir al presidente, y a otros seis ministros.
│Sin luna de miel
Los primeros cien días de Castillo en el poder arrojan un balance poco esperanzador para el mandatario. En este tiempo tan solo se han presentado 4 proyectos de ley relevantes y, hasta la fecha, ninguno ha sido aprobado. Este resultado no sorprende teniendo en cuenta que las tensiones dentro del gobierno no han hecho sino agravarse. Cada vez son más evidentes los enfrentamientos entre las facciones más moderadas y el ala más dura de la débil coalición de izquierda. Muchos expertos consideran que existe la posibilidad de que el Parlamento termine con el mandato de Castillo por incapacidad moral. Recordemos que la bancada oficialista tenía 37 y con 5 votos de Juntos por el Perú estaban “a salvo”. Hoy en día ni siquiera pueden contar con todos los votos de Perú Libre. Para muchos, la oposición está esperando el momento más adecuado para sacarle del poder. Para ello esperará a que exista una mayor disidencia en la bancada oficialista y a que el nivel de aprobación del presidente esté más bajo, dos tendencias que van ganando peso.